Edson David
Rodríguez Uribe
¿Qué hora es?
- ¿Qué hora es?
- ¿Por qué?
- Para saber qué responderte.
- ¿Acaso no eres el mismo de día o de noche?
- Algo así, como Fiona, de Shrek “una de día y otra de noche”.
- Es raro, pero te sigo el juego: son las 12:00h
- Maravilloso, entonces soy un tipo que se dedica a conocer pueblitos.
- ¿Un turista?
- Ya no, al principio sí. Pero luego de viajar por años, me molestan un poco los turistas: solo quieren la foto para sus redes, comen en McDonalds y creen que todo el planeta tiene que entenderles porque hablan inglés.
- ¿Viajas por años? ¿Acaso tiene mucho dinero?
- No, tengo tiempo. Y lo cambio por las cosas que necesito: hospedaje y comida.
- Pero, no puedes pagar todo con tiempo.
- Por eso te pregunté la hora. Más tarde, dejaré de ser un tipo que viaja, y me convertiré en un oficinista aburrido.
- Ya entiendo, haces SmartWork.
- No es tan “Smart” como quisiera: respondo correos, sonrío en reuniones que me aburren y finjo que me interesa mucho el bienestar de desconocidos.
- Debe ser agotador, vivir dos vidas.
- Lo es, pero es que no puedo con una sola. Nunca pude: un solo trabajo, una sola pareja, un solo yo. Soy absolutamente infiel, incluso a mí mismo.
- Eso te condena a estar solo.
- Peor, me condena a estar conmigo mismo: soy insoportable.
- Sí, ya lo veo.
- Tranqui, en unos minutos, sólo seré un tipo raro que viste alguna vez.
- ¿No te hace falta tener una rutina?
- Tengo dos.