Edson David
Rodríguez Uribe
Universidad Pedagógica Distrital Transmilenio
Aquí sí se puede colar
Las cifras son exorbitantes: 1.700 millones de pesos en pérdidas mensuales, 20.000 millones al año; puertas de 4,3 millones; y más de 70.000 colados cada día.
Si esas son las cifras de los que no pagan, ¿cuáles serán las cifras de los que sí? ¿Será que se les está dañando el negocio por aquellos que saltan registradoras? Yo no creo, estoy seguro de que la relación entre aquellos que pagan el pasaje y los que no debe ser de 9 a 1. Entonces las cifras a favor deben ser inconmensurables. Lo que me sorprende es que la Av. Caracas parezca una pista de bicicross, y que muchas estaciones tengan daños tan vergonzosos. Entiendo que la gente no cuida la infraestructura, pero con el dinero que reciben, bien pueden pagar los arreglos que sean necesarios para que los usuarios se motiven a pagar el pasaje.
La pregunta obvia es ¿dónde está la plata? y la respuesta también es obvia: en los bolsillos de alguien que jamás ha usado el sistema.
Transmilenio es un negocio absolutamente rentable: esos 20.000 millones que deja de recibir al año son lagaña e' mico; ni los siente. Pero las ganas de sacárselos de los bolsillos a los pobres los carcomen. Bien pueden vivir sin eso, y hasta sin el doble o triple. Igual, si los recibiera, seguiría prestando tan mal servicio como el que presta hoy.
Les propongo una utopía: ¿qué tal si así como acumulamos puntos en el Éxito o en Colsubsidio, también los acumuláramos en Transmilenio? Pero no para redimirlos en más pasajes, que no sería malo, pero no serviría de nada. Mejor si son redimibles en cine, ropa, comida, centros vacacionales y hasta medicamentos; es más, ya que estamos soñando: que sean redimibles en educación.
Si ya existen instituciones tan prestigiosas como la Corporación de Educación Tecnológica Colsubsidio EADS, o la Fundación Universitaria Cafam, y hasta Compensar Unipanamericana Institución Universitaria. ¿Por qué no podemos tener la Universidad Pedagógica Distrital Transmilenio? Toca ponernos las pilas antes de que se nos adelanten el Éxito y Pomona. Y tenemos que pensar en un nombre llamativo: UNIMILENIO. Suena como Uniminuto o Uniandina; la hicimos.
Con gusto pago mi pasaje si me aseguran que $1.000 serán iguales a 1 punto, y 100 puntos a un crédito. Y que yo pueda darle mi puntos a quien me venga en gana, para que estudien en UNIMILENIO. Por supuesto, la U tendrá carreras acreditadas y en ciclos propedéuticos: 60 créditos y te gradúas de técnico; 100, como tecnólogo; y 165, como profesional, tal como reza el Ministerio de Educación Nacional.
Y las cuentas no son descabelladas: una materia de tres créditos valdría $300.000 (más o menos lo que vale un solo crédito en la Javeriana), así que un semestre con 5 materias inscritas sale por $1'500.000. Y si el pasaje vale $1.800, y papá y mamá van a trabajar en TM, están acumulando 7 puntos y migajas al día; 36 puntos a la semana; 144 puntos al mes; 864 puntos al semestre. Bueno, ¡qué carajos! Que vea de a tres materias.
Seguramente las carreras deben ser acordes a los objetivos de la institución, así que Ingeniería Mecánica estaría de primeras, y los chinos salen con trabajo: a mantener el parque automotor del SITP, que siempre están por ahí esperando grúa. Ingeniería Civil, para que ayuden a pensar la infraestructura del sistema y los temas de movilidad. Diseño Industrial, para hacer puertas anticolados mucho más efectivas, Criminalística... bueno, ¿es necesario explicarla? Trabajo social (y otras tantas ciencias humanas que encontrarán en el sistema un hervidero investigativo maravilloso); y, por supuesto, Medicina (y sus especialidades), porque no va a faltar el infartado de la dicha.
Con un acuerdo tan básico, tendremos más carros guardados y a toda la familia recargando tarjetas y redimiendo puntos para patrocinar la carrera de medicina del primer nieto. ¿Se imaginan qué emoción? Pobres con la oportunidad de estudiar gracias a Transmilenio (ni la Nacional podría brindarles semejante oportunidad: sólo deben ser fieles al sistema). Como si fuera poco, tendremos las vías más libres; y los dueños de Transmilenio recibiendo más gente que nunca, con dinero suficiente para arreglar las vías (y contratando a sus propios egresados), y con buses en perfecto estado (también en manos de los Unimilenarios). Y no sobra hacer énfasis en que construirían la universidad más grande de la ciudad, seguro.
Definitivamente, esta sociedad no necesita el escarnio público, ni multas ni muertos; sólo necesita una buena razón para hacer las cosas bien.